Goyo Domínguez
Mi pasión por la pintura viene desde niño y, gracias al apoyo de mi madre y mi padre, ambos con sensibilidad y don para el arte, pude ir superando obstáculos y dedicarme a esta forma de vivir que consiste en transformar la materia en emoción.
En la Universidad de Bellas Artes de Madrid, aprendo de profesores y compañeros diferentes maneras de materializar en formas y colores las imágenes mentales y los sueños del corazón. Un viaje por Florencia me desvela la sabiduria de los primitivos pintores renacentistas , trabajando con los mínimos recursos plásticos : equilibrio entre razón y emoción, entre conocimiento e intuición. Esta forma de interpretar la expresión artística marcará mi obra posterior, sobre todo en las composiciones con figuras.
Actualmente vuelvo la mirada al paisaje recreado en planos de color, grafismos y calidades pictóricas, empastes y transparencias contraste de ritmos y profundidades, en definitiva, un reflejo de mi paisaje interior.