Ricardo Sanz
Cuando en alguna ocasión, sentado en mi estudio, me paro delante de una de mis obras para observarla., a veces, pienso todo lo que hay detrás; todos esos años de aprendizaje, de caminos, de reflexiones y de trabajo, para intentar conseguir la belleza con unas simples pinceladas.
Lo que pretendo cuando pinto es que, fuera de ismos desfasados, alguien se detenga delante de una de esas obras y sienta algo por dentro y, de alguna manera, se conmueva su espíritu. Porque al fin y al cabo el único objeto del Arte es conmover el espíritu de los que observan.