Valentín Manterola
En un pintoresco rincón del País Vasco, donde el mar se encuentra con la tierra en una danza eterna, nació un artista cuya obra ha capturado la esencia de esta región de belleza sobrecogedora.
Valentín Manterola, el pintor vasco que ha dejado una huella indeleble en el mundo del arte, nació y creció entre las brumosas costas y las verdes colinas de Zumaia.
Desde temprana edad, Manterola mostró una fascinación innata por el mar y los paisajes que lo rodeaban. Su talento no se limita a replicar la naturaleza, sino que va mucho más allá, fusionando la realidad con la imaginación en una sinfonía de colores y formas, estableciendo su reputación como un maestro del paisajismo y del bodegón.
El trabajo de Manterola se caracteriza por su estilo neofigurativo, una expresión artística que combina elementos figurativos reconocibles con una pincelada expresionista audaz.
Sus cuadros respiran elegancia, ya sea a través de la majestuosidad de los acantilados que le rodean, la belleza de los veleros que surcan las aguas vascas, la vitalidad de las barcas de pescadores que pintan un paisaje costero dinámico, o la tranquilidad evocada por los paraguas en un día lluvioso.