De niño soñaba … soñaba que era un pájaro, que agitaba mis alas y despacio iba elevándome y vislumbrando como el suelo se achicaba y mi vista alcanzaba a ver más y más distancia. Y volaba, ligero como una pluma, planeando desde el aire, descubriendo todo tipo de paisajes.

Quizás ya en aquella temprana edad sentía la pasión por la naturaleza de la que ahora soy plenamente consciente. Y es precisamente en mi pintura donde alcanzo este inmenso deseo de fundirme en el paisaje. Con mis obras intento transmitir todo su esplendor: arboledas, ríos, aldeas lagunas, ermitas, valles profundos, cascadas, dehesas …

Y todavía hoy, tras 30 años en el mundo del arte, cuando descubro un nuevo y bello rincón, me EMOCIONO, tanto como aquel niño que soñaba volar.